la IoT –o Internet of Things– se convirtió en un sector estratégico dentro de Mirgor. El Gerente de Proyectos e Innovación, Esteban Lypynskyj, revela las oportunidades que tiene la compañía en ese segmento.
“El mercado concibe cada vez menos productos aislados sin ningún tipo de integración. Esta integración puede ser, por ejemplo, con el celular, con el vehículo o cualquier otro sistema. Ahí radica la importancia y el valor de la Internet de las Cosas”, explica Esteban Lypynskyj, Gerente de Proyectos e Innovación de Mirgor.
Según datos de la última encuesta del Ministerio de Ciencia y Tecnología realizado en casi 1.000 empresas, Mirgor se ubica en el puesto 36 entre las firmas que más invierten en investigación y desarrollo. En tanto, de aquellas que se dedican al rubro automotriz, se posiciona en el segundo lugar.
La empresa tiene un equipo de más de 50 profesionales de los cuales alrededor de 10 conforman el equipo IoT, organizado según las competencias necesarias para el desarrollo de productos. Cubre cuatro grandes áreas: seguridad, telemedicina, casa inteligente y movilidad. “Más allá de los dispositivos que forman parte de cada vertical, tenemos especial foco en la plataforma común a todos estos negocios. Esta plataforma es la que permite la interconexión de distintos tipos de dispositivos presentando una interfaz de gestión estandarizada y personalizada para cada potencial cliente”, describe.
Desafiar la tecnología
“Todo esto lo hacemos con un principal motivo que es mejorar la vida de las personas. Si nosotros desarrollamos tecnología perse, podemos escribir un paper, podemos compartir esa tecnología y ese conocimiento, pero realmente donde estamos apuntando como compañía es hacer que eso mejore la calidad de vida de las personas”, asegura Lypynskyj.
Para eso, cuentan con procesos en los que se explora a fondo la necesidad, se analiza la demanda insatisfecha en el mercado o de qué forma se puede mejorar la vida de las personas. En ese camino, hay muchas técnicas, pero el ejecutivo menciona una que es clave: “La mejor innovación se crea con equipos diversos, con gente que aporte desde su perspectiva: la visión. En las divergencias surgen ideas, se priorizan, se le da forma con herramientas informáticas que finalmente nos lleva a la siguiente etapa donde tratamos de definir cuál es la innovación, a dónde estamos apuntando”. En ese punto, comienza la tercera etapa, en la cual se hace un prototipo o una muestra que permita evaluar si el concepto funciona; y luego ya pasa a una cuarta etapa en la que se valida con el mercado a través de focus groups, antes de pasar a la implementación. “En todas estas etapas se puede buscar tanto pensar fuera de la caja como converger. Si bien usamos varias metodologías estamos fuertemente alineados a Design Thinking para la concepción de nuestros productos y servicios. También utilizamos metodología Ágil basada en Scrum”, describe.